Cuando instalamos un sistema de aire acondicionado en casa debemos ser conscientes de la importancia que tiene realizar una revisión periódica. De nada te sirve tener el mejor equipo de refrigeración si no realizas un mantenimiento regular que evite posibles fallos que lleven a averías más graves. De esta forma, vamos a garantizar el buen estado del equipo de aire acondicionado y su correcto funcionamiento.
Pasos para hacer la revisión del aire acondicionado
Te recomendamos que lleves a cabo estos cinco sencillos pasos para que puedas mantener tu aire acondicionado en óptimas condiciones y evitar sorpresas desagradables:
Apaga el aire acondicionado y desconéctalo de la red eléctrica para evitar posibles accidentes a la hora de manipular el aparato.
Imagen- Limpia o reemplaza los filtros de la unidad interior: cuando los filtros del aire acondicionado están sucios pueden obstruir el flujo del aire y minimizar la eficiencia del equipo de refrigeración. Por eso, te recomendamos que siempre mantengas limpios los filtros y los reemplaces cuando sea necesario.
- Limpia el Split: sobre todo por la zona donde desagua para evitar que se acumule el agua y se cree un foco de malos olores y baterías.
- Limpia el condensador y las bobinas y aletas del evaporador: emplea la aspiradora o un cepillo suave para ello y evita que se doblen o dañen las aletas durante la limpieza.
- Comprueba el nivel del refrigerante y revisa el circuito: verifica que el aparato de aire acondicionado no tenga ninguna fuga y revisa las conexiones eléctricas y los cables para asegurarte de que no presentan ningún daño ni signos de desgaste. Si se diera el caso, es recomendable que llames a un profesional.
- Prueba el sistema: para asegurarte de que todo funciona a la perfección, debes encender el sistema y asegurarte que no existen ruidos ni vibraciones extrañas y que el equipo enfría correctamente. En caso contrario, deberás llamar al especialista para que haga una revisión con más detalle.
¿Cada cuánto tiempo debo revisar el aire acondicionado?
Los expertos recomiendan que un profesional revise nuestro sistema de aire acondicionado una vez al año. Así mismo, si el sistema cuenta con bomba de calor, lo ideal es desempeñar la labor dos veces al año, una cuando empieza el invierno y otra con la llegada de los meses de verano. Sin olvidar, realizar una limpieza de nuestros equipos dos veces al año para favorecer su funcionamiento y alargar su vida útil.
Es posible que tu aire acondicionado pueda arrastrar algún fallo sutil que no aprecies a simple vista o no le des la mayor importancia, pero que si no lo revisa puede convertirse en una avería mucho más grave y costosa. Existen distintos tipos de revisiones:
- Preventivas: son revisiones periódicas cuyo objetivo es la conservación y mantenimiento del sistema de refrigeración que conlleva distintas tareas claves como la limpieza.
- Correctivas: son actuaciones necesarias para dejar el sistema del aire acondicionado como antes de tener la avería.
- Predictivas: consiste en adelantarse a los posibles problemas que puedan surgir en la instalación antes de que ocurran.
Ventajas de revisar el aire acondicionado
Son muchas los beneficios que tiene el hecho de hacer una revisión periódica del aire acondicionado:
- Mejora la calidad del aire interior: un aire acondicionado que esté limpio y con los filtros en buen estado contribuye a eliminar los alérgenos, el polvo y los contaminantes del
aire, lo que mejora su calidad. Algo de vital importancia para aquellas personas que padecen asma, alergias u otros problemas respiratorios. - Mejora la eficiencia energética: un sistema de refrigeración con un buen mantenimiento va a funcionar de forma más eficiente, es decir, un menor consumo energético.
- Mayor vida útil del sistema del aire acondicionado: cuando eliminas la acumulación de suciedad y garantizas el buen funcionamiento del equipo, contribuye a reducir el desgaste y los posibles daños que puedan darse, alargando la vida útil de tu aire acondicionado.
- Mejora el rendimiento: un aire acondicionado limpio y bien mantenido puede enfriar un espacio de forma más efectiva porque, al eliminar las obstrucciones, permite una distribución más eficiente del aire frío, ofreciendo un ambiente más confortable y fresco.
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