¿Qué es el mercado libre de electricidad o gas?
Empecemos desde el principio: el mercado eléctrico español fue liberalizado en 1998 y esto significa que cada consumidor puede elegir libremente a su suministrador de electricidad.
Con el objetivo de conseguir una competencia libre -desde 2008 en el caso del gas y 2009 en el de la electricidad- los clientes tienen la capacidad de elegir y contratar la oferta que mejor se adapte a sus necesidades, pudiendo escoger entre las comercializadoras que operan en el mercado libre. Surge desde entonces una nueva clasificación de empresas de energía:
- Las empresas distribuidoras
- Las empresas comercializadoras.
Ahora bien, los pequeños consumidores pueden elegir entre el mercado regulado de la luz o el mercado libre.
Características del mercado libre
En el mercado libre de la electricidad, las compañías de luz ofrecen una gran variedad de tarifas de luz, compitiendo entre ellas.
Algunas de las características son:
- Las compañías marcan los precios, sin que estén supervisados por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
- Existen descuentos y promociones, en contrapunto a la tarifa PVPC.
- No se permite ser beneficiario de bono social.
- Se puede elegir entre discriminación horaria o una alternativa de precio estable o tarifa plana.
- Es posible contratar cualquier potencia eléctrica.
- Las comercializadoras pueden imponer condiciones de permanencia.
¿Quiénes contratan sus suministros en el mercado libre de luz y gas?
Tan solo los pequeños consumidores con una potencia contratada inferior a 10kW pueden acceder al mercado regulado. Estos consumidores pueden elegir el mercado en el que prefieren contratar, mientras que el resto deben acudir obligatoriamente al mercado libre.
¿Es mejor el mercado libre o regulado para mi vivienda?
En el mercado liberalizado se permite pactar las condiciones del contrato entre el consumidor y la comercializadora, por lo que es posible beneficiarse de ofertas y descuentos.
A la hora de elegir como pequeño consumidor, se debe tener en cuenta que el mercado regulado impone franjas horarias y permite acceder al bono social. Estos serán los dos factores decisivos, junto a la potencia contratada.