El papel de la energía en la economía circular

En un contexto en el que la crisis climática es más prioritaria que nunca, la economía circular cobra cada vez más fuerza en nuestra sociedad, siendo una de las mejores alternativas al modelo económico tradicional. A diferencia de este, la economía circular se basa en sistema fundamentado en el reciclaje y la reutilización, con el objetivo de disminuir los efectos negativos del calentamiento global.

 

¿Qué es la economía circular y por qué es importante?

La economía circular es un modelo de negocio, producción y consumo que versa en aprovechar al máximo los recursos de los que se da uso, dándoles otra vida y volviendo a incorporarlos en el mercado con una nueva forma. Entraña, por lo tanto, el compartir, reparar, renovar, reutilizar y reciclar bienes, materiales y productos todas las veces que sea posible, creando un ciclo de vida mucho más amplio. Su objetivo final es el de reducir al máximo los residuos generados para minimizar el impacto medioambiental.

La energía cumple un papel esencial dentro de la economía circular, puesto que es imprescindible la utilización de fuentes energéticas limpias y renovables en varios aspectos. En primer lugar, para que todo el proceso sea lo más respetuoso posible con el entorno; y en esta misma línea, para disminuir la dependencia de combustibles fósiles y la contaminación y consumo de recursos naturales.

Así, dentro de un modelo de este tipo, la energía puede usarse para optimizar todo el proceso, de manera que sea más eficiente, pero también más económico. Podría decirse que la energía verde desempeña un papel crucial en este modelo de negocio, ya que permite tanto el reciclaje como la fabricación sostenible de nuevos productos.

 

Los pilares de la economía circular

La economía circular, para que funcione correctamente, ha de componerse de varios pilares o fundamentos que hacen que todo el proceso se desarrolle de manera óptima.

 

Recursos sostenibles

El uso de recursos sostenibles es indispensable, en todas sus etapas y fases: desde la energía limpia, hasta la utilización de productos y materiales renovables y biodegradables.

 

El producto como prestación de servicio

Por ejemplo, ofreciendo un tipo de producto o servicio que pueda ser empleado por varios usuarios al mismo tiempo, de forma que la empresa solo produzca y venda un bien, y no varios. De este modo, aumenta su vida útil.

 

Plataformas y comunidades de intercambio

Proporcionando a los usuarios herramientas y opciones para que puedan trabajar conjuntamente y colaborar entre ellos, intercambiando y compartiendo recursos y productos, en lugar de comprar otros. No solo se les da una vita útil mayor, sino que también permite ahorrar económicamente. A su vez, se reduce la necesidad de fabricar nuevos objetos y con ello, las emisiones perjudiciales para el medioambiente.

 

Aumento de la vida útil

Fabricando productos que desde un primer momento estén concebidos para tener una vida útil mayor, evitando que se desechen rápidamente o promoviendo que se reciclen o se reúsen.

 

Nuevos ciclos de vida

O lo que es lo mismo: implementar políticas y soluciones cuyo objetivo sea el de mantener el valor de un producto una vez se termine su ciclo de vida; por ejemplo, a través del reciclaje.

 

La energía en los procesos de producción y consumo

Como ya comentamos, la energía, en concreto la limpia, cumple un papel fundamental en la economía circular, tanto en la producción como en el propio consumo. En este aspecto, cabe considerar su utilización, optimización y gestión en varios puntos.

 

Optimización y eficiencia energética en la industria

Usando la menor cantidad de energía posible cuando se desempeña un trabajo o se realiza un proceso, pero sin comprometer ninguno de ellos y sin disminuir cantidad o calidad de los servicios.

 

Energía renovable y autoabastecimiento

La energía de la que se haga uso tiene que ser renovable, priorizando siempre el autoabastecimiento, de forma que se genere la luz que se vaya a consumir. Por ejemplo, mediante paneles solares o aerogeneradores.

 

Energía en la gestión de residuos y reciclaje

No solo es indispensable la utilización de fuentes energéticas renovables durante la producción, sino también al final de su vida útil. Esto contempla múltiples aspectos complementarios: el empleo de fuentes limpias para efectuar todo el reciclaje del objeto, además de la generación de energía sostenible mediante la gestión de los residuos, algo ya perfectamente posible. Por ejemplo, las máquinas de compostaje, de reciclaje de papel y de plástico ya pueden producir energía limpia mientras se encuentran funcionando.

 

Beneficios económicos y ambientales de la integración de energía y economía circular

La unión entre economía circular y energía limpia entraña múltiples beneficios, tanto económicos como ambientales. Principalmente, podemos destacar los siguientes:

 

Reducción de costes energéticos y materias primas

El uso de energías verdes, como puede ser la solar mediante placas solares, disminuye considerablemente los gastos de luz, puesto que se deja de depender en gran parte de la red eléctrica general. Además, también existe la posibilidad de realizar un autoconsumo con excedentes, vertiendo la energía sobrante a la red y obtenido una compensación por parte de la compañía. De igual modo, baja el coste en materias primas fósiles y contaminantes, que a medio y largo plazo conllevan un alto desembolso económico.

 

Impulso a la innovación y creación de empleo

Incluyendo soluciones innovadoras y limpias de generación de energía en los procesos de economía circular, se crea empleo porque se necesitan profesionales especializados y capacitados en estas nuevas tecnologías. Además, estas soluciones no solo generan empleo en la industria de la energía, sino también en sectores relacionados como la construcción y la instalación de infraestructuras. Todo ello contribuye a mejorar la economía local y atraer inversión extranjera, lo que a su vez genera aún más oportunidades de trabajo.

 

Mitigación del cambio climático y protección del medio ambiente

Por su propia naturaleza, la economía circular ayuda a luchar contra el cambio climático, ya que su objetivo es el de proteger el medioambiente y disminuir la generación de gases perjudiciales para la atmósfera. Pero, si además se combina con las energías limpias, su efecto positivo se multiplica. Hay que tener en cuenta que, hoy en día, la disminución de la dependencia de energías fósiles es una de las mayores prioridades en la transición hacia una sociedad y un mundo más sostenible e igualitario.

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