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¿Te habías parado a pensar en la importancia de contar con un aire y un entorno de calidad en el sector de la salud?

Mantener condiciones óptimas de temperatura, humedad y calidad del aire es esencial en centros sanitarios, tanto desde el punto de vista de los pacientes, sobre todo aquellos con condiciones especiales como los más mayores en centros geriátricos, como para el personal médico y, en última instancia, para el control de enfermedades y alérgenos.

A fin de cuentas, garantiza un ambiente saludable en instalaciones de salud para el bienestar de todos. En todo esto, cumplen un papel esencial los sistemas de climatización, en especial los aires acondicionados.

 

Normativas y estándares relacionados con la calidad del aire en la industria de la salud

En la industria de la salud, existen varias normativas y estándares relacionados con la calidad del aire que se deben cumplir para garantizar un entorno seguro y saludable para los pacientes y el personal médico. Esto, además, cobró aun más importancia desde el estallido de la pandemia de la COVID-19 en 2021, momento en el que mantener un ambiente seguro y salubre se volvió indispensable para garantizar la salud de todas las personas. Algunas de las normativas más destacadas son:

  • Norma ISO 14644: establece los requisitos para la clasificación de salas limpias según los niveles de partículas en el aire. Es especialmente relevante en áreas y habitaciones donde se efectúan procedimientos quirúrgicos o se manejan materiales estériles.
  • Norma ISO 16890: establece todos los mínimos que tienen que cumplir los filtros de aire utilizados en sistemas de ventilación y climatización. En este caso, esto es importante para garantizar una adecuada filtración del ambiente y evitar la propagación de microorganismos y contaminantes.
  • Normativa RITE: establecida en el Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio. Define las obligaciones necesarias para garantizar la calidad del aire y la eficiencia y sostenibilidad energética en los edificios, incluidos los hospitales y las clínicas.
  • Norma UNE 171340:2020: referente a la validación y cualificación de salas de ambiente controlado en hospitales, elaborada por el comité técnico CTN 171 Calidad ambiental en interiores. Divide las diferentes salas de ambiente controlado en función del riesgo asociado. De este modo encontramos:
    • Áreas de muy alto riesgo: quirófanos de cirugías de trasplantes, de neurocirugía o zonas de envasados de medicamentos, entre muchas otras.
    • Áreas de alto riesgo: quirófanos de intervenciones pulmonares, digestivas, ginecológicas, etc. También engloba zonas de exploración y de rayos X.

 

Condiciones óptimas de temperatura y humedad

Mantener unas condiciones óptimas de temperatura y humedad, en especial en un ambiente hospitalario, tan delicado, es más que indispensable. No hay que perder de vista que, a fin de cuentas, se evita la proliferación de virus y bacterias, así como de alérgenos, agentes patógenos y contaminantes, e incluso de enfermedades. Por esto mismo, un buen control de ambos factores asegura que los pacientes puedan recuperarse más rápido y que los empleados trabajen de manera segura y eficiente.

Las recomendaciones varían dependiendo de las diferentes salas. De todas maneras, puede afirmarse que para quirófanos no se recomienda pasar de 23 o 24ºC, ni bajar de los 20ºC. En lo referente a la humedad, lo mejor es controlar que la relativa oscile en torno al 50%, nunca bajando ni subiendo más del 10%, aproximadamente.

Aunque pueda parecer que no, lo cierto es que los sistemas de aire acondicionado cumplen un papel esencial en que estos estándares se cumplan debidamente. Además de proporcionar un aire de calidad, estos equipos también lo filtran y renuevan, eliminando partículas, lo que reduce la exposición a contaminantes perjudiciales, como ya hemos puntualizado.

 

Medidas de control de la calidad del aire interior

Con el fin de controlar la calidad del ambiente y del aire interior, y con ello la salud de pacientes y empleados, existen una serie de medidas que pueden tomarse:

  1. Control de humedad: mantener niveles de humedad adecuados dentro de los hospitales es esencial para prevenir la proliferación de moho, bacterias, virus y alérgenos. Tanto un exceso de ella como una falta puede provocar que estos microorganismos se reproduzcan.
  2. Filtrar y purificar el aire: mediante dispositivos adecuados para ello. Esto también pasa por revisar de manera periódica las instalaciones y cambiar los filtros cuando sea necesario.
  3. Control de temperatura: mantener una temperatura confortable en las áreas hospitalarias es fundamental para el bienestar de los pacientes. Además, tanto temperaturas muy elevadas como muy bajas afectan negativamente al ambiente, favoreciendo la aparición de humedades, por ejemplo.
  4. Ventilación adecuada: es importante contar con un sistema de ventilación eficiente que renueve constantemente el aire interior, eliminando contaminantes y garantizando una circulación adecuada, como el aire acondicionado.

 

Beneficios para el bienestar y recuperación de los pacientes

La salud de los pacientes de un centro sanitario no solo puede verse agravado y empeorado debido a una mala ventilación y circulación de aire que no se renueva debidamente, sino también por factores ambientales extremos. Es decir, si sufren mucho calor o, por el contrario, mucho frío. De, hecho, tanta es la influencia de estos equipos en el bienestar de las personas enfermas, que, de acuerdo con un estudio de la revista BioMed Central (BMC), es muy posible que la comodidad térmica influya directamente en las tasas de mortalidad de los hospitales.

 

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