Gestionar el aire acondicionado en centros comerciales

En los días de más calor, no hay nada más agradable que entrar en un centro comercial fresco y acondicionado, ¿verdad?. Sin embargo, la gestión de los sistemas de climatización en grandes superficies puede ser todo un desafío, ya que exige combinar eficiencia energética con confort de los clientes y trabajadores. ¡En este post te damos las claves para lograrlo!

 

Importancia de una gestión eficiente del aire acondicionado

En primer lugar, hay que tener en cuenta que una buena utilización de los equipos de aire acondicionado garantiza el bienestar de los clientes y del personal trabajador. Saber dar con la temperatura ideal asegura que no pasen frío ni, por el contrario, calor. De esta manera, se logra una mejor experiencia.

De igual forma, el aire acondicionado puede acarrear consigo un considerable consumo energético, en especial en el caso de los centros comerciales. Conocer de qué manera gestionar eficientemente su uso es primordial, en especial desde la entrada en vigor del Real Decreto-ley 14/2022, de 1 de agosto, que limita y ajusta la temperatura y el empleo del aire acondicionado en los espacios públicos y establecimientos comerciales.

Por último, no hay que pasar por alto que una buena utilización de estos equipos también hace disminuir no solo el gasto de luz, sino también la huella de carbono del centro comercial. A fin de cuentas, estamos hablando de instalaciones con un consumo muy elevado de electricidad. Reduciendo el gasto energético y las emisiones de CO2, se logra un compromiso más firme con el cuidado del medioambiente y una mejora de la competitividad.

 

Gestión del aire acondicionado en centros de compras

No todos los comercios son iguales ni tienen las mismas necesidades. Por esta razón, a la hora de gestionar adecuadamente el sistema de aire acondicionado de los centros de compras, hay que tener en cuenta diferentes factores y características que influyen directamente en el uso del mismo.

 

Tamaño y distribución de los espacios comerciales

Cada centro comercial tiene un tamaño diferente, por lo que no todos ellos necesitarán contar con los mismos equipos de climatización. Estos pueden variar en tamaño, pero también en potencia. A cuanto mayor sean las instalaciones, más potencia será precisa. Asimismo, la zona geográfica en la que se ubique es determinante. No es lo mismo que se localice en un zona con temperaturas altas y medias durante todo el año, en la que el uso de aire acondicionado tenga que ser casi constante, que en una que sea más fresca durante las épocas de más calor.

 

Variaciones de temperatura en diferentes áreas

Los hipermercados suelen caracterizarse por dividirse en múltiples áreas, cada una de ellas con sus tiendas y locales. Por ejemplo, es común que exista una zona de supermercado, una de restaurante y otra de moda y complementos, juguetes, diferentes servicios… Al tener tales dimensiones, es lógico pensar que no en todas las partes se cuenta con las mismas necesidades de temperatura. En los locales más pequeños, es posible que el calor se concentre más, quizás necesitando más uso de aire acondicionado. Por el contrario, en las áreas donde se ubiquen, por ejemplo, neveras de alimentos o almacenes con refrigeración, puede llegar a prescindirse de él. Lo mejor, en todo caso, es analizar cada parte en detalle, de manera que se dé con la solución que aúne practicidad y ahorro. Una buena solución es contratar una auditoría energética.

 

Horarios de apertura y cierre

Lo más común es que los centros de compras tengan un horario fijo de apertura y cierre. En estos casos, una muy buena idea para optimizar el gasto en aire acondicionado es programarlo para que se ponga en marcha a la hora de apertura, y se apague de manera automática cuando se alcance la temperatura deseada, o bien en el momento de cierre de las instalaciones.

 

Control de la calidad del aire interior

Una de las mayores ventajas de una buena gestión del aire acondicionado es el control de la calidad del aire en el interior, también denominado como CAI, del centro comercial. Esto es especialmente relevante desde el estallido de la pandemia de la COVID-19 en 2020. Garantizando un CAI positivo, se asegura también el bienestar de los clientes y se disminuye considerablemente la transferencia y acumulación de virus y bacterias en el entorno.

 

Mejores prácticas para un uso eficiente de la climatización

Existen ciertas prácticas y gestos que pueden implementarse con el objetivo de realizar una usanza óptima y eficiente de los equipos de climatización:

 

Uso de sistemas de control avanzados

Una de las opciones más recomendables es la de instalar sistemas de control y automatización avanzados e inteligentes. Mediante el empleo de sensores, estos son capaces de detectar y determinar cuándo es necesario que los equipos se pongan en marcha o que, por el contrario, se detengan. Lo más común es que se pueda establecer una temperatura mínima y máxima que el sistema tome como referencia. Por si fuera poco, ya existen equipos de aire acondicionado que integran en su funcionamiento la utilización de inteligencia artificial. Gracias a esta tecnología, pueden detectar los movimientos de las personas, así como su presencia, para así garantizar una temperatura de confort en todo momento. De igual forma, disminuyen el gasto innecesario de energía.

 

Implementación de estrategias de ahorro energético

Como, por ejemplo:

• Instalación de equipos de energía renovable para la climatización.
• Programación de apagado y encendido automático en función de los horarios de apertura y cierre, así como de las necesidades de cada momento. Por ejemplo, reduciendo su empleo durante los meses de más frío.
• Aislamiento óptimo de las instalaciones, tanto para reducir la salida del frío en verano, como la del calor en invierno.
• Instalar sistemas de climatización de gran eficiencia energética y con un bajo consumo de luz.

 

Mantenimiento y seguimiento periódico

Una buena eficiencia y ahorro energético a medio y largo plazo pasa por realizar un mantenimiento y un seguimiento adecuado y periódico de todos los sistemas. Solo de esta manera se puede, por ejemplo, limpiar y cambiar cada cierto tiempo los filtros de aire, asegurarse de que nada obstruye los conductos o detectar a tiempo posibles fallos o averías. Como resultado, se obtienen unos equipos más eficientes y con una mayor vida útil.

 

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